Este domingo de resurrección, más
que nunca, hemos experimentado tantos sepulcros, tanto dolor y tanta muerte…
Sepulcros de las personas que llegaban tan enfermas al hospital
y no se les podía ofrecer una cama para poder atenderles. Sepulcros de tantos
trabajadores sin poder salir de sus domicilios y sin una cuenta corriente para
poder hacer la compra. Sepulcros de tantos ancianos sin poder salir de casa ni
nadie que pudiese atenderles y muriendo en soledad. Sepulcros de tantos
sanitarios sin saber dónde mirar para atender a tantos enfermos. Sepulcros de
familias enfermas y hacinadas porque no tienen posibilidad de estar aislados.
Y dentro de tanto dolor y tanta
muerte, aparecen ángeles que descorren las lápidas para que milagrosamente
muchos resuciten. Y con su luz hacen que perdamos el miedo, médicos,
enfermeras, celadores y limpiadoras. Policías y
comerciantes, vecinos que se ofrecen a atender a quienes tienen al lado.
Amigos que hacen grupos y se animan. Parroquias como la nuestra que, con Paco y
Emiliano, nos sentimos cerca y arropados, que nos animamos y oramos muy juntos cada
día.
Y es que esta Semana Santa hemos
tenido la oportunidad de estar en comunión como nunca. Compartiendo tanto dolor
cuando hemos perdido a uno de los nuestros, como tanta alegría cuando alguien
ha vencido al virus y radiante ha vuelto a casa con los suyos.
Y dentro de tanto dolor y tanta
muerte, apareces tu Jesús Resucitado que fuiste el sanador por excelencia, que
nos enseñaste a mirar y a lavar las heridas, a compadecernos y a llorar ante la
muerte de un amigo. Y con la luz de tu
mirada nos quitas el miedo y nos empujas a seguir luchando, a seguir ayudando,
a seguir llorando y sobre todo a SEGUIR RESUCITANDO.
FELIZ PASCUA
CHUS
Vídeo realizado con mucho cariño para todos vosotros
de parte de Chus y Andrés:
Un día más, acompañamos esta reflexión con la celebración familiar que con tanto cariño prepara Emiliano.
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